Ciampino es una pequeña localidad italiana perteneciente a la Ciudad Metropolitana de Roma, más conocida fuera del país por acoger en su territorio uno de los únicos dos aeropuertos destinados al turismo que funcionan como punto de partida y de llegada a la gran ciudad. Reservar un taxi en el Aeropuerto de Roma-Ciampino se presenta como la solución ideal para todo aquel que se disponga a realizar un viaje con este destino.
Hablamos de la capital de Italia, uno de los países de más éxito y concurrencia turística de todo el globo terráqueo, atractivo no sólo por contener el embrión artístico e histórico del Imperialismo de todo Occidente (a Roma se la conoce como “la ciudad eterna”), sino también por su clima y su gastronomía, tan atractiva e irresistible para tanta gente a lo largo del mundo.
Como sucede con la mayoría de las capitales, Roma es la ciudad más poblada del país al que pertenece, alcanzando la tremenda cifra de 2.700.000 personas. Y, por si todo esto sonara a poco —que por supuesto que no— la primera gran metrópolis de la humanidad es, también, el lugar donde reside el núcleo del sistema y del poder de la religión católica.
Qué ver en Roma
- Plaza de España: a quién no le encantaría poder sentarse tranquilamente en sus escalones a comerse un helado. Se construyeron en el XVIII y desembocan en la Iglesia de la Trinitá dei Monti. En el centro de la plaza se encuentra la Fontana della Barcaccia, diseño de Bernini.
- Fontana di Trevi: la tradición del visitante es no marcharse sin lanzar, al menos, una moneda al agua y es, sin duda alguna, se trata de uno de los lugares donde más selfies se han tomado del mundo.
- Ciudad del Vaticano: por si la autodenominación de “ciudad” se quedara corta, el Vaticano se considera, geopolíticamente, un estado en sí mismo. Aquí no solo hablamos del mayor reclamo turístico de Occidente, sino, además, del destino final en la peregrinación de millones de seguidores de la Iglesia católica a lo largo del mundo. Todo ojo que se ha colocado ante su puerta, ha quedado maravillado de por vida.
- El Coliseo Romano: lo que en pie queda de él, que es bastante, se mantiene intacto desde el año 72, cuando los romanos lo construyeron para celebrar sus espectáculos, como las luchas de gladiadores, las ejecuciones de los condenados y todo tipo de exhibiciones con las que el público se mantenía entretenido e integrado en la ciudad.